Y ayer hablaba con una amiga y de repente pasan volando unos pájaros y se escucha tan agudo todo, y también se escucha como el canto en una parte de un huaylas, jajaja, sí, como si carcajearan. Entonces le digo a mi oyente que se trataba de una parvada de loros y que había muchos en mi bosque. Y ella me pregunta por qué había tantos loros por aquí. Y le digo de broma a esta amiga bien alemana, en su aspecto y por su nacionalidad: todos esos pájaros no son de acá, por eso "Ausländer raus!", ¡Fuera extranjeros! Y mi oyente no paraba de reírse. Su carcajada hubiera quedado bien con la de los verdes alemanes loros.
Hoy por la mañana les tomé algunas fotos en pleno movimiento y con cielo gris. Casi nunca tomo fotos del cielo, me aburre, pero esta era una única oportunidad mientras amasaba unas empanadas y mi cámara estaba en una banquita. Con las manos con la masa tomé mi cámara y les tomé estas fotos. Bueno, no son tan buenas porque el objetivo de mi cámara no es tan bueno.
Casi nunca van tantos, y tampoco se largarán de aquí hacia el sur, por más que el verano se quiera ir ya. Estos loros están acostumbrados a la poca nieve de Heidelberg. Estos loros ya no son animales raros, sino más bien de aquí.
Natalia Lévano Casas
Heidelberg, 6 de septiembre.