Y ayer después de haber viajado en vano a Miraflores a entrevistar al
autor de La Cautiva, habíamos quedado pero él no estaba en casa, (espero
que no esté en cautiverio), regresé inmediatamente a casa, no sé porqué
no me gusta Miraflores, antes no me gustaba porque era muy frío, ahora
no me gusta porque es muy huachafo. Ese inmediatamente de arriba suena a
movilidad rápida, es mejor haber escrito, tomé el bus inmediatamente.
Al subir al bus, veo que a un señor se le cae un helado,
el hombre le pide a la señora que lo acompañaba que le dé una
servilleta o un pedazo de papel higiénico, ella no tenía nada a mano, yo
sí. Desde que Víctor nació tengo siempre unos pañuelitos en el bolso
(Tempo, mejor dicho Taschentücher). El acento de la mujer era
colombiano, y su "¡qué pena con usted!" era más colombiano que la
cumbia, muy bogotano. Bueno, al ver con más detalle al "ensuciador", me
di cuenta que era el actor de la película El Limpiador (Víctor Prada).
Le hablé y le dije que lo conocía. Debí haberle hecho a él la entrevista
, ya que fuimos juntos en el bus unos cuarenta minutos. Mi viaje duró
desde Larco hasta Alcázar una hora y cuarenta y cinco minutos.
Tener al limpiador delante de mí era un poco raro, sobre todo habiendo sido yo la que le diera algo para limpiarse.
Tener al limpiador delante de mí era un poco raro, sobre todo habiendo sido yo la que le diera algo para limpiarse.
Natalia Lévano Casas
Rímac, Lima, 19 de enero de 2017
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