Juguetonas estrellas
Tuve que mirar un solo espacio,
o varios espacios en momentos inmóviles.
Ya era una alegría ver un espacio pecoso,
ver pecoso al negro cielo.
De repente salían ustedes,
como liberándose de esa cara celestial, negra.
Tan fugaces,
tan inquietas,
tan desordenadas.
Dicen que hay que pedir un deseo cuando ves una,
yo vi varias.
¿Y los deseos?
Los deseos se me olvidaron al verlas .
Natalia Lévano Casas
Heidelberg, 12 de agosto de 2012
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