Vienes lleno de violencias,
de ataques.
Con un ojo saliéndose de tu espacio.
¿Qué odias hoy?
Sales desorbitando los alrededores,
y quieres llevarme en tus desórdenes.
Mi cara tiene hoy poderes de luna,
y mis ojos te miran sin salirse de su espacio.
De repente miramos los dos a todos lados,
y en ese espacio hay además otros ojos,
otros ojos que te miran,
extraviados.
¿Andan sin emociones?
Tan a la espera de un poco de pasto están,
de ti, de tu inesperada mano.
Intactos ojos de vaca,
son muchos,
te siguen.
Yo me alejo de aquellos pastos,
bajo una cuesta.
Veo a mis amigos
sentados en unas rocas,
sonriendo.
Miramos decididos hacia tu espacio,
y me río tanto
porque todos los anteriores ojos
son de repente pompas de jabón
que vuelan cual descoloridos globos.
Algunas se revientan en el aire, solas.
Algunas reviento yo:
En la tierra
y en el aire.
Mis amigos me conceden
ciertas travesuras.
Natalia Lévano Casas
Heidelberg, 5 de agosto de 2015.
de ataques.
Con un ojo saliéndose de tu espacio.
¿Qué odias hoy?
Sales desorbitando los alrededores,
y quieres llevarme en tus desórdenes.
Mi cara tiene hoy poderes de luna,
y mis ojos te miran sin salirse de su espacio.
De repente miramos los dos a todos lados,
y en ese espacio hay además otros ojos,
otros ojos que te miran,
extraviados.
¿Andan sin emociones?
Tan a la espera de un poco de pasto están,
de ti, de tu inesperada mano.
Intactos ojos de vaca,
son muchos,
te siguen.
Yo me alejo de aquellos pastos,
bajo una cuesta.
Veo a mis amigos
sentados en unas rocas,
sonriendo.
Miramos decididos hacia tu espacio,
y me río tanto
porque todos los anteriores ojos
son de repente pompas de jabón
que vuelan cual descoloridos globos.
Algunas se revientan en el aire, solas.
Algunas reviento yo:
En la tierra
y en el aire.
Mis amigos me conceden
ciertas travesuras.
Natalia Lévano Casas
Heidelberg, 5 de agosto de 2015.
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